• dom. Jun 1st, 2025

Grupo Radiofónico y Medios

Noticias de Actualidad de México y el Mundo, GR Medios, Estrellas de la ANDA Radio APYT, Énfasis Comunicaciones grmedios2013@gmail.com

La cancha del poder

porMarco

May 30, 2025


Por Evencio Flores Gutiérrez

Un país que no cambia

Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que nos fuimos veinte días al viejo continente y, salvo por las vivencias acaecidas, nada parece moverse en nuestro país. Los mismos vicios de la política mexicana, las viejas acciones de extorsión y chantaje por parte de grupos auspiciados desde las mismas altas esferas del poder; el constante aumento de la inflación; un deporte anquilosado que, como una poderosa boa que se mueve debajo de una gruesa cobija, todos perciben pero nadie enfrenta. Saben que no muerde ni hace daño, comprimida como está por esa pesada tela tejida con la falta de decisiones firmes y la ausencia de un Plan Nacional de Desarrollo serio y presupuestado desde la CONADE.

En tanto, un Poder Legislativo lleno de apariencias maquilla, vota e impone leyes inanes, defendiendo causas perdidas que de todos modos no cambiarán nada, pero que, para cuando alguien lo advierte, ya fueron aprobadas por legisladores que han saltado a otro puesto, curul o escaño, como los eternos chapulines. Convencidos —como lo sentenció César “El Tlacuache” Garizurieta, amigo del entonces presidente Miguel Alemán Valdés— de que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

Dogmas de poder

Esa frase, desde entonces, se volvió dogma de fe para la burocracia mexicana y “la familia que la acompañe”, sin importar partido: priistas, panistas, perredistas, prianistas, morenistas, “MCistas” o integrantes del ahora célebre “Primor”.

Jenaro Villamil, en Proceso (17/07/2018), decía que frases como esa se convirtieron en emblemas de la corrupción contemporánea y el ascenso político: “El que no tranza, no avanza”, “un político pobre es un pobre político” (cortesía de Hank González), o la muy popular “no quiero que me den, sino que me pongan donde hay”. Y, por supuesto, el “Año de Hidalgo”, consigna que brota con fuerza al final de cada sexenio.

Promesas sin fondo

¿Y por qué traemos esto a colación? Porque aunque Paola Longoria —la mejor raquetbolista del mundo— hoy diputada federal y presidenta de la Comisión del Deporte, anunció un inminente cambio estructural en la educación física del país, nada ha pasado ni pasará mientras no se resuelva el eterno problema del presupuesto. Y como el dinero se canaliza hacia los programas sociales de la 4T, ya se conoce el resultado.

Lo mismo aplica para Rommel Pacheco al frente de la CONADE. En el mundo, dos factores son imprescindibles para que un país eleve su poderío deportivo: dinero y talento desarrollado. A eso se suman las sombras del dopaje, asunto conocido pero ignorado. Basta recordar casos recientes como el de Jodi Vance, fallecida en marzo a los 20 años por “deshidratación”, o el culturista Illia Gollem, muerto a los 36, conocido usuario de anabólicos.

El modelo global

España, Francia, Alemania, China y Estados Unidos dominan porque consideran al deporte un generador de riqueza: hasta un 3% de su PIB. Así, construyen presupuestos generosos enfocados en disciplinas prioritarias, sin descuidar los deportes que, a largo plazo, también pueden dar podios.

Esto se logra gracias a equipos de scouters —a menudo los presidentes de federación— que identifican talentos en distintas “albercas genéticas”. A ellos se les impulsa con lo necesario o bien, se reclutan atletas consagrados de otros países, a quienes se ofrecen prebendas económicas y sociales para competir bajo una nueva bandera, dentro de las reglas del juego global.

En este escenario, el nacionalismo a ultranza es obsoleto. Quien quiere estar en el top 10 olímpico o mundial, debe competir con las mismas armas, sobre todo si no tiene un semillero natural como Argentina en fútbol, Kenia y Etiopía en atletismo, o Bulgaria en halterofilia.

Rommel bajo la lupa

No solemos buscar problemas, pero las notas críticas contra Rommel Pacheco se acumulan. La más reciente, publicada por Proceso, expone dos aspectos graves: el uso discrecional de recursos públicos y la politización de los apoyos institucionales.

Se señala que alrededor de Rommel orbitan familiares y figuras cercanas a antiguos regímenes que hoy se benefician de información privilegiada y recursos de la CONADE. Se les acusa de “llenarse las alforjas” mientras la dirigencia mantiene trato directo con la jefa del Ejecutivo federal.

La polémica ecuestre

La nota revela que CONADE destinó 17 millones de pesos a un evento ecuestre —disciplina de élite— mientras marchistas, pentatletas y otros atletas representativos de México reciben el silencio por respuesta. “¡Le salió lo panista al amigo!”, dicen los inconformes. Y ese comentario no es menor.

“Salimos de Guatemala y entramos a Guatepeor”, ironizan algunos. Porque si creíamos que Ana Guevara era el problema, hoy entendemos que no: es el sistema. Como ella decía: “La ley es la ley”, pero también defendía, al estilo de una frase atribuida (aunque no documentada) a Benito Juárez: “A los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, la ley a secas”.

Mientras tanto, el presidente sostiene que “la ley debe ser pareja para todos”, aunque en la práctica se hace lo que a su círculo más íntimo conviene, incluso modificando la Constitución vía consultas dominicales. Así, el pueblo —masas irredentas y semialfabetizadas— vota qué cadenas prefiere, bajo un poder absoluto, como en Cuba, Venezuela o Nicaragua.

Políticos del deporte

En el deporte es común escuchar “yo no soy político” como una forma de exculparse de todo lo malo. Pero ese desinterés ha permitido que personajes sin escrúpulos manejen el destino de generaciones de atletas que vieron truncadas sus carreras por la indiferencia.

Cuando nos importe lo que le sucede al vecino, a la colonia, a la ciudad, al país, las cosas cambiarán. Deben cambiar.

El fenómeno Isaac del Toro

Esta semana, un joven de 21 años se atrevió a romper el molde. Isaac del Toro, sin pedirle permiso a nadie, sin moverse bajo el ala del poder, demostró que cuando un mexicano se decide, se prepara y cuenta con el apoyo familiar, es capaz de trastocar el orden mundial.

Contratado como gregario en el Giro de Italia, sus propios compañeros gritaron: “¡Deténganlo!”. Luego, los directivos, sabios, corrigieron: “¡Apóyenlo!”. Y lo protegieron de ataques, lo empujaron desde atrás y lo convirtieron en protagonista. Así nació una estrella.

El país entero, hambriento de ídolos, se vistió de rosa con la “Maglia Rosa” del muchacho de Ensenada, Baja California. Ahora todos quieren ser sus amigos. Las televisoras, los funcionarios, las marcas. Lo que nunca se le dio en apoyo institucional, hoy se le quiere ofrecer como escaparate.

El poder del deporte

Ese es el verdadero poder del deporte: mueve masas, abre conciencias, aglutina personas, genera economía, construye política.

Gracias, Isaac del Toro, por mover a todo un país sobre las ruedas de tu bicicleta, con tu juventud, tu fuerza, tu claridad, tus pedales… en esta, nuestra llamada Cancha del Poder.

¡Fuore!

por Marco