El gobierno de Iztacalco atiende una problemática difícil de erradicar como son los tiraderos clandestinos o al aire libre, es decir lugares en la vía pública donde algunos vecinos depositan su basura. Son 46 puntos rojos identificados en las colonias Tlacotal, Zapata Vela y Campamento 2 de octubre, en las cuales la población presenta conductas que no ayudan a desaparecer los basureros.
Diariamente el servicio de limpia de la alcaldía recoge alrededor de 87 toneladas de residuos sólidos de la vía pública.
Sin embargo, los responsables de realizar la recolección de residuos, señaló Eduardo Martínez, subdirector de Servicios Urbanos de Iztacalco, que el problema más grave lo representan los residuos de la construcción, mejor conocidos como cascajo, ya que depositarlo en los tiraderos autorizados tiene un costo de 140 pesos el metro cúbico, en promedio se llegan a ubicar hasta 11 metros cúbicos depositados en las calles y avenidas.

Añadió Martínez en entrevista que el gobierno de Iztacalco ha emprendido una serie de acciones para resolver este problema, entre ellas buscar un acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente, que es la entidad encargada de regular el tiradero de Cuemanco, para reducir el costo del depósito en ese lugar, pues actualmente Iztacalco eroga 180 mil pesos por ese concepto, mismos que son necesarios para dar mantenimiento a camiones y trascabos que diariamente realizan la labor de retirar de las calles estos residuos; cabe mencionar que algunas de estas unidades tienen más de treinta años de servicio.
Por otra parte también se mantienen pláticas sobre el tema con la sección sindical del área de limpia para contar con su apoyo y así juntos elevar la calidad de vida de los iztacalquenses.
Para concluir a nombre del personal encargado de mantener nuestra alcaldía libre de basura, el subdirector Eduardo Martínez, hace un llamado a la población para que deposite sus residuos domiciliarios en los camiones que sin falta diariamente cubren todas las colonias en 55 rutas de recolección, pues hay que recordar que la colonia más limpia no es la que más se barre, sino aquella en donde se tira menos basura.