POR MAURO FLORES
- Roland Garros, en la polémica: Rodrigo Pacheco y los problemas con los logos en su playera; Holger Rune, otra vez el chico malo; el pelotazo a una recogepelotas
Después del bullicio que provocó el yucateco Rodrigo Pacheco Méndez, tras conquistar, en singles y dobles, el prestigiado Torneo Bonfiglio, un evento de categoría J500, que en su versión 63 se disputó en Milán, Italia, del 20 al 28 de mayo, y que lo llevó a la cima del ranking mundial juvenil de la ITF (Federación Internacional de Tenis), ilusionó a más de uno, pues llegaba en inmejorables condiciones para conquistar el Torneo Juvenil de Roland Garros Junior, donde fue el primer preclasificado.
Pero, la situación fue diferente; en dobles, Rodrigo Pacheco ya se ubicó en cuartos de final, junto al ruso Yaroslav Demin, sin embargo, en singles cayó en la ronda inicial ante el talentoso estadounidense Darwin Blanch por 2-6, 7-5.
Más allá de la derrota, pues hay que reconocer se da ante la nueva promesa estadounidense Darwin Blanch, jugador de apenas 15 años, pero que ya está participando en torneos de 15,000 y 25,000 dólares y quien suele practicar con Carlos Alcaraz en la Academia Ferrero, lo extraño es que el debut de Rodrigo estuvo envuelto en la polémica, toda vez que su partido se retrasó más de 10 minutos debido a la solicitud del árbitro para que se cambiara la playera; el motivo, tenía cuatro parches publicitarios, cuando en un Grand Slam solo se permiten dos.
Primero fue el desconcierto de Pacheco Méndez ante la aplicación del reglamento, después el tiempo perdido, pues no tenía una playera que se ajustara a la regla. A tal grado llegó el asunto, que cambió de playera con su entrenador, pero, tampoco fue aceptada, hasta que finalmente el torneo le proporcionó una playera al haber coincidencia ya que Lacoste patrocina a Roland Garros y también a Rodrigo Pacheco.
El mexicano entró a la cancha desconcentrado y el primer set se le escurrió como agua entre los dedos. Apretó en el segundo, pero, ya no hubo tiempo para recuperar lo perdido.
Sin duda, lo anterior fue un error, no solo del jugador, también de su equipo técnico que debería estar atento a sus necesidades y requerimientos, pues son reglamentos, que más allá de si son justos o decrépitos, deben cumplirse. Es cierto, hoy el tenis ha cambiado y lo seguirá haciendo, pero en tanto, sus participantes deben adaptarse a las reglas. Rodrigo es un gran jugador y está aprovechando su momento, por eso patrocinadores como Telcel y OPPO, se fijaron en él, así que lo que menos debe preocuparle es la playera con la que debe jugar, para eso están los demás.
RUNE-CERÚNDOLO
Otro tema polémico se dio en el partido de octavos de final entre el danés Holger Rune y el argentino Francisco Cerúndolo. Con set iguales, el sudamericano sacó en el tercero, en el 1-2 y 40 iguales, una fuerte derecha que sacó de balance a Rune, quien pareció no llegar a la pelota que presuntamente hizo un doble bote, el juez no detuvo la jugada y Cerúndolo se frenó por un instante esperando una marcación del árbitro que nunca llegó, así que devolvió protestando verbalmente mientras lo hacía, por lo que el juez de silla le concedió el punto a Rune.
La televisión mostró con claridad que fue doble bote y en este caso, no obstante, el error arbitral, normalmente es el propio jugador quien detiene la pelota y le concede el tanto al rival, sabedor que la devolución no es legal. Rune no lo hizo.
Cerúndolo acabó perdiendo su saque y en el cambio siguió discutiendo con el juez de silla, incluso le advirtió que haría que lo multaran, mientras el público abucheaba la decisión y la actitud de Rune por no reconocer que había perdido el punto.
El error es del juez de silla, pero el punto coloca nuevamente a Rune en el centro de la polémica por su comportamiento en la cancha, pues quien devuelve la pelota es el que mejor sabe si fue o no doble golpe, negarlo lo pone, otra vez, como “el negrito en el arroz” y en el tenis, un deporte de caballeros, es inconcebible.
DESCALIFICACIÓN EN DOBLES
Otro de los puntos de controversia en Roland Garros se dio el pasado domingo 4 de junio, durante el partido de dobles entre la japonesa Miyu Kato y la indonesia Aldila Sutjiadi ante la checa Marie Bouzkova y la española Sara Sorribes.
Tras perder el primer set, la japonesa Kato y la indonesia Sutjiadi iban arriba 3-1 en el segundo, cuando tras un punto, la japonesa golpea la pelota hacia el fondo de la cancha, parece no intencional, pero la pelota impacta en la cabeza de una recogepelotas, quien se nota conmocionada y envuelta en llanto. En principio el juez de silla amonestó a Kato, pero Bouzkova y Sorribes resaltaron la angustia de la chica, por lo que el supervisor Wayne McKewen y el árbitro Remy Azemar fueron llamados a la cancha, tras conversar con las jugadoras anunciaron que Kato y Sutjiadi eran descalificadas.
Según reglamento de Grand Slam, los jugadores “no golpearán, patearán o lanzarán una pelota de tenis de forma violenta, peligrosa o con ira dentro del recinto del torneo, excepto en la búsqueda razonable de un punto durante un partido”. “En todos los casos de incumplimiento, la decisión del árbitro en consulta con el jefe de supervisores del Grand Slam será definitiva e inapelable”.
A nuestro juicio el tema de si fue intencional o peligroso lanzar la pelota al fondo de la cancha ya resulta intrascendente, sencillamente no había motivo para que la japonesa lo hiciera y sus actos resultaron en un golpe a la recogepelotas.
La polémica en Roland Garros sigue dando hilo, de eso no hay duda.