• · La destrucción de la capa de ozono ha vulnerado nuestra piel.
• · Los rayos UV favorecen la aparición de manchas, arrugas y cáncer.
• · La doctora Esmeralda Bastidas, especialista en medicina estética y regenerativa, nos dice cómo cuidar nuestra piel antes, durante y después de vacaciones.

Ya vienen vacaciones de Semana Santa y las queremos disfrutar a lo grande, sobre todo tras un largo encierro por la pandemia.

No obstante, el cuidado de la piel frente a los rayos ultravioleta (UV) del sol se ha convertido en una preocupación, y razones no faltan: Diversas investigaciones muestran que el daño a la capa de ozono, escudo protector natural del bioequilibrio en la Tierra, ha favorecido que los rayos UV penetren de manera más intensa.

“Los rayos UV provocan cambios en las células de nuestra piel”, indica la doctora Esmeralda Bastidas, experta en medicina estética y regenerativa.

El daño más común, asegura la directora fundadora NEOCLINIC Health & Care, además del enrojecimiento, es la aparición de manchas. Éstas se originan porque cuando la piel es sometida a estrés (como el provocado por los rayos UV) produce más melanina de lo normal.

“La melanina es un pigmento natural protector de la piel que, al sobre estresarse por los rayos UV, responde igual que lo haría un pulpo cuando se siente en peligro: generando tinta, en
nuestro caso, más melanina”.

Este daño es acumulativo y en ocasiones es imperceptible a simple vista, pero con el tiempo y la exposición el daño se va haciendo mucho más evidente y las manchas aparecen.

Por esta razón, agrega la también maestra en Nutrición Ortomolecular por la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular (SENMO), las personas adultas y de edad avanzadas son más propensas a tener manchas oscuras principalmente en zonas que fácilmente se exponen al sol: cara, manos y cuello.

Cáncer, el otro gran enemigo Si bien las manchas son desagradables, el daño más severo provocado en gran medida por los rayos UV es el cáncer de piel.